¿Cúal es el motivo o atractivo que estimula esta afición lo mismo entre personas jóvenes que en las de más edad?
El hábitat de la mayoría de las Setas se halla en los bosques, en las montañas, etc., donde es abundante el brezo, y en las floridas praderas, y es a estos lugares donde los aficionados deben dirigirse. Los siempre placenteros paseos a que obliga la búsqueda de las Setas produce beneficios como: La evasión de los problemas diarios, el ejercicio practicado al aire libre, la sensación tranquila en medio de la Naturaleza, y, como no, el apetitoso revuelto en el que participarán la familia y los amigos si hubo suerte en la recogida.
Y para que todo esto se haga realidad deberemos seguir los pasos de esos veteranos que por experiencia siempre nos aconsejan que: Una navaja de hoja fuerte y con buen filo, una cesta de mimbre y un bastón o cayado son elementos convenientes cuando salimos en busca de Setas.
Necesitaremos la navaja para la recogida de Setas porque estas han de ser extraídas con todo el pie para poder clasificarlas debidamente. Sabido es que la "volva", característica propia de las Amanitas y Volvarias, se halla adherida a la base del pie, siendo esta morfología la que hace necesaria la extracción de toda la Seta completa.
La cesta es el medio más adecuado para el transporte de las Setas. Se conservarán mejor a lo largo de la jornada, esto se podrá comprobar al hacer el balance de la recolección. Por una malentendida comodidad, gentes poco finas, se suelen servir de bolsas de plástico. Es una pena ver como salen las Setas de estas bolsas al final de la jornada, sobre todo si se trata de especies frágiles que requieren trato delicado.
El bastón es un elemento útil que facilita el rebusco entre la vegetación del setal, evitándonos más de un molesto pinchazo, también nos resultará práctico en aquellos parajes donde las ramas se interpongan en nuestro camino, con él las apartaremos cómodamente y sin molestias.
Antes de meter en la cesta cada Seta, es muy importante comprobar que corresponde a una especie conocida; decimos esto porque pueden confundirse con otras parecidas (por cruzarse los micelios de setas diferentes) y pueden parecernos que pertenecen al mismo setal.
No es recomendable recolectar ejemplares con síntomas de vejez o agusanados; en la cesta no harán más que daño y al llegar a casa acabarán en el cubo de la basura. En cambio, dejándolas donde las encontramos, continuarán desprendiendo las esporas reproductoras sobre el terreno, y la especie se perpetuará.
La prudencia, tema sobre el que siempre insistiremos poco, ha de persistir con fuerza en el aficionado. He aquí la REGLA DE ORO de un buen setero: EN CASO DE LA MENOR DUDA, ABSTENERSE DE COMER LA SETA. Hay que examinar uno por uno todos los ejemplares y tener sobre su comestibilidad una seguridad del cien por ciento.
Existen diferentes caracteres morfológicos entre los diferentes géneros y especies de Setas.
Estos caracteres morfológicos se dividen en cuatro apartados:
A.- Macroscópicos: (forma, color, láminas, cortina, pie, escamas, etc ...).
B.- Organolépticos: (olor, sabor, tacto).
C.- Macorquímicos: (reacción de la carne o cutícula a diversos reactivos químicos).
D.- Microscópicos: (esporas, trama, basidios, ascas, etc ...).
Los que recogen setas sólamente para su consumo les es suficiente conocer los caracteres Macroscópicos y Organolépticos, además de disponer de uno o varios libros de Setas.
Existe un refrán que dice: "MAS VALE PREVENIR, QUE LAMENTAR" que va como anillo al dedo para todos aquellos que salen alegre e inconscientemente al campo a recoger Setas sin conocer antes las principales Setas venenosas. Estas no son muchas, y son fáciles de aprender e identificar, si se dispone de un buen libro de Micología. Una vez aprendidas, es interesante incrementar los conocimientos sobre ellas visitando exposiciones micológicas y asistiendo a conferencias sobre Setas.